TEMPEST
Con sus grandes gotas especialmente suaves, que aparentemente caen sin presión y con la mera fuerza de la gravedad, el chorro TEMPEST nos trae la experiencia natural de un chaparrón tormentoso al cuarto de baño. No sigue ninguna lógica, es, simplemente, la naturaleza del agua. Una lluvia de tormenta que viene de todos los lados, que aporta claridad y al mismo tiempo relajación y frescura.