Can Santacilia
Una joya mediterránea en el corazón de Palma de Mallorca
Un prestigioso proyecto residencial en pleno casco antiguo de Palma de Mallorca: Can Santacilia nace de la cuidadosa reforma de dos edificios de la Edad Media, cuyos orígenes se remontan al siglo XII. Para equipar baños y cocinas, el estudio de arquitectura OHLAB ha elegido los iconos de diseño TARA.
El complejo de edificios totalmente reformado comprende 15 viviendas en más de 3000 metros cuadrados. El responsable del proyecto es el estudio de diseño arquitectónico y de interiores OHLAB. Fundado en 2007 por Paloma Hernaiz y Jaime Oliver en Shanghái, la oficina se mudó a Madrid antes de encontrar su sede actual en Mallorca. En la actualidad, OHLAB es una de las voces más interesantes de la arquitectura contemporánea.
Para el estudio, el proyecto supuso todo un reto: los edificios sufrieron múltiples modificaciones a lo largo de los siglos, por lo que habían perdido su carácter original. Por ello, el equipo trabajó meticulosamente restaurando y realzando los elementos históricos ocultos tras las paredes de Can Santacilia. Por ejemplo, tras haber retirado los techos falsos, se desveló un techo plano rectangular con vigas de madera policromas y artesonado del año 1350. Los ornamentos de la fachada principal provienen parcialmente del siglo XVIII.
En el interior de diseño purista, los toques modernos coexisten armoniosamente con la arquitectura medieval respetada. El objetivo de esta minuciosa restauración era lograr que se pudiera palpar la historia, creando al mismo tiempo un edificio residencial cómodo y capaz de colmar todas las demandas de un estilo de vida moderno. A la hora de elegir los materiales, los arquitectos apostaron por soluciones naturales y locales que realzan el aire mediterráneo del edificio. La madera de los artesonados antiguos, los revestimientos de mortero y cal, los suelos cerámicos de piedra y de madera, los paños de espejo y bronces antiguos contribuyen a enfatizar el carácter único de Can Santacilia. El patio interior orlado de palmeras, con sus columnas, constituye el corazón del complejo: desde aquí se accede a las viviendas y las zonas comunitarias, entre las que podemos encontrar un gimnasio, una sauna, una piscina interior y una azotea ajardinada. Todas ellas fomentan la interacción social y las relaciones entre los residentes del edificio.
En las viviendas, diseñadas con un aire individual, se alternan conscientemente elementos históricos y modernos. Si bien los complementos contemporáneos pueden reconocerse claramente como tales, conviven armoniosamente con los elementos medievales. Esto es lo que también ocurre con el icono de grifería TARA, diseñado por Sieger Design, que pone toques especiales tanto en cocinas como en baños. “TARA simboliza una estética atemporal y de estilo seguro, por lo que es una elección clásica para un edificio residencial histórico que también se vincula con la modernidad”, explican Hernaiz y Oliver. Y agregan: “Aporta un lenguaje formal armonioso y consistente, contribuyendo a una transición fluida entre las diferentes áreas residenciales”.
En las islas de cocinas de piedra natural, se erige TARA ULTRA en Latón cepillado (Oro 23k). El acabado de cálidos tonos dorados contrasta majestuosamente frente a las elevadas paredes blancas y los claros suelos de madera, acaparando así todas las miradas. Las griferías exentas —también en Latón cepillado (Oro 23k)— con las que están provistas las bañeras, también marcan estilo de forma similar. Sus manetas son murales, por lo que el esbelto grifo adquiere el aspecto de una escultura minimalista. La solución subraya la intención de ambos arquitectos de crear un espacio claro y abierto a pesar de las estructuras compartimentadas. TARA se ha instalado como grifería mural: aquí la suave tonalidad dorada vuelve a destacar con seguridad de los lavabos de mármol, realzando la disposición clara del ambiente.
TARA también fue elegida por motivos de sostenibilidad. La grifería de Dornbracht —junto con las medidas para mejorar el aislamiento térmico, un eficiente sistema de climatización y el uso de materiales regionales— constituye un elemento fijo de una arquitectura que se ha propuesto como objetivo conjugar armoniosamente historia y sostenibilidad.
“Un edificio solo puede ser tan sostenible como los productos y materiales que han sido utilizados para construirlo”, afirman Hernaiz y Oliver con convencimiento. Y continúan: “Por tanto, creemos férreamente en la fuerza de la durabilidad, porque no hay nada más sostenible que eso. El compromiso incansable de Dornbracht en pro de la calidad, de prolongar de la vida útil de sus productos y reducir la huella ecológica encaja con nuestra visión. Buscamos siempre socios que compartan nuestro compromiso con la sostenibilidad. Mediante estas cooperaciones, nos sentimos respaldados y seguros de lograr nuestros objetivos”.
